AYUNO Y EFECTOS SECUNDARIOS
Dolor de cabeza, letargo, náuseas, mareos, calambres son comunes en las primeras semanas de un ayuno intermitente o de un ayuno de agua y lo …
Dolor de cabeza, letargo, náuseas, mareos, calambres son comunes en las primeras semanas de un ayuno intermitente o de un ayuno de agua y lo …
Actualmente estoy investigando mucho sobre las grasas y cuál ha sido mi sorpresa al comprobar que las grasas saturadas no son tan malas como nos han …
Hace unos veinte años, si mis cálculos no van mal, nadie sabía lo que era el colesterol y de la noche a la mañana pasó …
Las gallinas ponedoras nacen en incubadoras, son alimentadas mayoritariamente en el laboratorio y pasan un año produciendo unos 250 huevos sobre mallas de alambre y excrementos y bajo luces eléctricas, sin ver nunca la luz del sol.
No hace falta ser un experto (me repito) para saber que unas gallinas alimentadas con pienso comercial de soja y pescado, confinadas en jaulas y atiborradas a antibióticos, no nos van a dar unos huevos sanos y nutritivos sino más bien, alergias o la famosa Salmonella enteritidis.
el huevo es un alimento excepcional, porque sólo uno tiene una fuente increíble de proteínas, donde todos sus aminoádos son asimilados por nuestro organismo sin necesidad de complementarse con otros alimentos como pasa con las legumbres; lecitina, vitaminas A y D; hierro y calcio, aunque éste último para asimilarlo bien debe haber en la dieta un aporte correcto de fósforo; incluye ácido linoleico, imprescindible para el ser humano y dos pigmentos antioxidantes, la luteína y la zeaxantina.
¿qué es lo que le ha creado tan mala fama? El colesterol. Quien influye realmente en un aumento del colesterol en sangre son las grasas saturadas de la dieta más que el colesterol mismo. Existen otros alimentos de origen animal igual de grasos que el huevo pero con grasas más saturadas que sí elevan nuestro colesterol.
No es buena idea colocarlos en la puerta de la nevera, ya que la agitación diluye la clara (perdiendo espesor) y la puerta de una nevera doméstica puede ser abierta muchas veces al día, creando movimientos y cambios de temperaturas a los huevos.
Hay una prueba casera, que muchos conocemos que es la del vaso del agua. Un huevo fresco es más denso que el agua y se hundirá hasta el fondo del vaso.
Seamos precavidos y elijamos los de la categoría 0. La apariencia de las diversas categorías será la misma pero el contenido es bastante distinto y pueden alterar nuestros sistemas, especialmente el sistema hormonal de la mujer, activándolo o debilitándolo, ya que son fabricados por los ovarios de la gallina.
Cuando terminen las Fiestas Glotonas y después de tantos atracones, convites, copas, comidas familiares hasta las ocho de la tarde, seremos conscientes de que hemos engordado más de cinco quilos en tan sólo unos días. Todo un record!! Lo único que nos consuela es que es invierno y al ir tapaditos todo queda bien escondidito.
Una aglomeración de toxinas que corren por nuestra sangre y que están a sus anchas en nuestra grasa. Sí, es en la grasa donde las toxinas se van acumulando.
¿Cómo podemos mejorar nuestro cuerpo sintiéndonos bien y ligeros?
Lo primero de todo es dejando o substituyendo el azúcar.Este edulcorante adictivo además se encuentra escondido en muchos alimentos donde nos sospecharíamos que estuviese, incluido en los productos ‘light’ o los promocionados ‘sin azúcar’ o ‘tolerado para diabéticos’.
El azúcar blanco crea un déficit de vitaminas sobre todo del grupo B, de minerales, robando calcio y magnesio y oligoelementos.
Al ingerir grandes cantidades que no podemos procesar se convierten en grasa aumentando el colesterol y problemas cardiovasculares.
¿Cómo podemos sustituir este verdadero veneno blanco por un edulcorante natural sin adultar, lleno de vitaminas y minerales?
Sólo nosotros tenemos el poder de cambiar, o mejor dicho, de regresar a lo auténtico, a lo verdadero.
Por cierto, echemos un ojo a los ingredientes de todos los turrones, mazapanes, almendrados y dulces de Navidad que nos están vendiendo los grandes almacenes…, dejan mucho que desear.