‘Los hombres no piensan que conocen algo hasta que han comprendido el por qué de ello (lo cual significa comprender su causa primaria). Sin embargo para los chinos, los fenómenos ocurren con independencia de un acto de creación externo a ellos, y por lo tanto no hay mayor necesidad de buscar una causa para los mismos’. Aristóteles en su obra ‘Física’.
‘La idea lineal de causa efecto se convierte en circular en la medicina china, ya que el ‘pensamiento por patrones’ chino engloba todas las piezas del mecanismo en una totalidad de mayor nivel’. Ted J. Kaptchuk. ‘Medicina China, una trama sin tejedor’.
Voy a hablar de unas relaciones un tanto subjetivas, ‘imaginarias’ o tal vez incoherentes para nuestras cabezas pensantes.
Lo que voy a contar a continuación no ha sido científicamente probado por los ‘expertos’.
Tal vez lo que expongo no tiene ni pies ni cabeza pero a veces alejarnos de la lógica puede hacer que nuestro ‘campo de visión’ aumente y percibamos cosas que antes éramos imposibles de divisar.
Hace poco, Violant Flores (besos guapa), en su momento seguidora de la Nutrición Pura, me recomendó leer un libro llamado ‘Alimentos y Emociones’ de Isabel Menéndez y cuál fue mi sorpresa y alegría al comprobar que mis intuiciones nutritivas de hace años no estaban mal encaminadas:
‘Las dificultades con la comida hablan de nuestro mundo emocional. Son síntomas que nos avisan de la existencia de conflictos internos y ponen de manifiesto dificultades con la expresión de lo que sentimos.
La práctica sistemática de regímenes alimentarios puede estar al servicio de una necesidad de castigo, más que de una idea de proteger la salud. La obesidad puede representar el amor a otro y una forma de desamor hacia uno mismo: puede estar escondiendo una vinculación patológica con alguien.
Negarse a comer puede ser un intento de afirmarse internamente o una forma de expresar que la vida no tiene sentido si falta el alimento afectivo; puede esconder una tristeza o ser un modo de llamar la atención. Comer de forma compulsiva y descontrolada sirve, por lo general, para aliviar o reducir la angustia. Desamor, abandono, culpa, rabia, celos, rivalidad, angustia o tristeza son algunos de los sentimientos que pueden estar intentando expresarse a través de los conflictos con la alimentación. Cuando el espíritu se silencia, el cuerpo habla; cuando nuestra boca no pronuncia lo que sentimos, traga para aliviar la tensión emocional. Detenernos a pensar qué nos ocurre y ponerle palabras puede ayudarnos a contener el ansia de comer’. Isabel Menéndez.
Si, hablo de la relación entre nosotros, nuestras emociones y la comida. Veamos:
‘La comida nunca es sólo comida, es también el vehículo a través del cual, cuando éramos pequeños, recibíamos el alimento afectivo de la persona que nos cuidaba. Este alimento es fundamental para la vida, para la vida psíquica. Sobre las necesidades corporales se levanta y se construye el psiquismo humano’. Isabel Menéndez.
- La gran importancia que hay entre la relación materna/paterna con la comida y entre la relación materna y demás ‘parientas antecesoras’ femeninas con la comida:
‘La madre tiene una importancia fundamental para transmitir a su hijo una relación con la comida que no sea conflictiva’. Isabel Menéndez.
‘Influye profundamente el legado en torno a la comida que heredamos de nuestra madre, abuela materna y todas las mujeres que la precedieron.
Defino ‘legado’ como la enorme cantidad de información acerca de nuestro pasado y el pasado de nuestra familia que influye en nuestra energía, salud y posibilidad de cambio en cada generación. Esta información se transmite inconscientemente a través del comportamiento repetido y conscientemente en forma de consejos. Es el legado que hemos heredado de nuestra madre en torno a la comida y la actividad física lo que influye en nuestro peso en la actualidad’. C. Northrup. - Cómo influye en nuestra vida actual la relación que se tuvo con la comida en la infancia:
‘Si en nuestra niñez hemos percibido una violencia excesiva, de palabra u obra, por parte de nuestro padre, puede que siendo adultos castiguemos nuestro cuerpo no cuidándolo; o nuestra mente, reprochando lo que hacemos, minusvalorándonos o echándonos la culpa de todo lo que pasa. Tampoco es raro que utilicemos la comida para aliviar el disgusto que sentimos con nosotros mismos.
Los impulsos autodestructivos tienen relación con sentimientos de culpa generados durante la primera infancia. Alguien que se autodestruye está sometido a deseos inconscientes que lo dominan.’ Isabel Menéndez.
‘Lo que ocurra en los primeros años influye muchísimo en el mecanismo estabilizador del volumen y peso corporales’. C. Northrup.
- Cómo una comida cargada de grasas saturadas o un postre lleno de azúcares y edulcorantes industriales puede afectar a nuestro comportamiento o a la inversa, es decir, cómo nuestro comportamiento alterado nos puede llevar a tragar y a engullir esta ‘comida basura’ sin mesura:
‘Las dificultades con la comida hablan de nuestro mundo emocional. Son síntomas que nos avisan de la existencia de conflictos internos y ponen de manifiesto dificultades con la expresión de lo que sentimos’. Isabel Menéndez.
– Cómo dependiendo de la emoción que sintamos (rabia, tristeza, pena, alegría…), ansiemos un cierto alimento específico o, por el contrario, rechacemos cualquier tipo de alimento y entremos en un ayuno inconsciente y autodestructivo o tal vez liberador (estas dos opciones suelen tener la misma raíz):
‘Si la madre que imaginamos, que siempre está idealizada, se mantiene vigente en el inconsciente, puede aparecer un rechazo a la comida o un apego excesivo a ella (atracones incontrolables). El primer caso representa un intento de separarse de la madre y el segundo, una forma de incorporarla dentro de si y la vez destruirla’. Isabel Menéndez.
- La influencia que tiene la manera en que comemos y lo que comemos en nuestro estado de ánimo actual; cómo un alimento tomado regularmente en la infancia puede ser hoy sobre-venerado, adorado o hiper-odiado; cómo los recuerdos de aromas y olores de la comida de nuestra infancia revividos en la actualidad pueden llevar al traste nuestra intención de perder peso sintiéndonos, al mismo tiempo, con una sensación de vacío y tristeza:
‘Es inútil perder tiempo y energías controlando obsesivamente la dieta, cuando el peso del conflicto se desarrolla en el mundo de los afectos’. Isabel Menéndez.
‘La carencia primaria incita a la compensación a través de la incorporación compulsiva de lo que sea, con tal de llenar la falta’. Laura Gutman. - Cómo los comedores escolares pueden causar trauma y rechazo por la comida (o rechazo a ciertos alimentos concretos) a muchos niños y ya no tan niños; cómo la comida que nos hace nuestra madre puede convertirse en lo mejor del mundo mundial o en todo un calvario:
‘Las necesidades orales del bebé se satisfacen en parte por la calidad y la cantidad del alimento que se le da pero la forma de alimentarlo es más importante aún. La nutrición emocional y la nutrición física son una y la misma cosa a esta edad’. C. Northrup.
‘Lo que transmita la madre en el momento de alimentarlo marcará la relación del niño con la comida. Esta transmisión es inconsciente y tiene que ver con lo que la madre ha vivido’. Isabel Menéndez.
- Cómo la comida mal combinada o nutricionalmente escasa si está cocinada con mucho amor y compartida en un ambiente relajado y en paz puede nutrir mucho más que la mejor comida ecológica:
‘En la digestión del alimento también influye quién lo cocina, cómo se sirve y el tipo de creencias y emociones que lo rodean. A fin de cuentas, la dinámica emocional de la familia es mucho más importante para la salud que la calidad del alimento’. C. Northrup.
Escribiendo estas líneas caigo en la cuenta de que es increíble el poder que tenemos pero no somos conscientes de ello. ‘Poder’ que podemos llamar poder energético o del alma que teniendo y conociendo el ‘manual de instrucciones’ estoy convencida de que podríamos hacer grandes transformaciones a nivel físico y emocional. - Cómo el hecho de que se nos queme la comida o que se nos quede medio cruda pueda significar fuego interior, impaciencia, estrés o dejadez en ambos casos; cómo el ‘humor’ con el que cocinemos y comamos influye en nuestra digestión:
‘El rechazo a cocinar puede provenir de una asociación inconsciente entre la alimentación recibida en la infancia y un ambiente tenso o agresivo que se producía a las horas de la comida’. Isabel Menéndez.
- Cómo nuestras comidas familiares a veces pueden esconder algo más que simples celebraciones o reuniones sociales. Excusa perfecta para comer y beber más de la cuenta. Todo está permitido así que, teórica y momentáneamente, saciamos nuestras carencias emocionales en público.
‘Las reuniones que los adultos hacemos con amigos, con familia, las comidas, las cenas, los regalos, son una forma de intentar cubrir las necesidades afectivas y calmar las carencias que sufrimos’. Isabel Menéndez.
Aquí no hace falta ser científico ni erudito para darle la razón a Freud con esta cita:
‘Las dos necesidades básicas del ser humano son el hambre y el amor’.
- Y así con muchos más ejemplos donde el día a día me va enseñando, y yo voy aprendiendo, de ‘algo’ que no se toca, que no es palpable, comprobando y descubriendo que los alimentos, por si solos, son capaces de trasmitir armonía, sustento y vida o, todo lo contrario, caos, carencia y muerte dependiendo de cómo nos relacionemos con ellos y cómo nos sintamos emocionalmente y también dependiendo de su calidad, por supuesto. Seguramente, aunque no haya pruebas concluyentes ni base científica, muchos entendéis y os sentís identificados con lo que acabo de exponer.
‘El vínculo entre una mujer y su comida tiene su raíz en el vínculo entre una madre sana y su hija.’
‘Muchas mujeres alternan entre la preocupación de que su hija no come lo suficiente para mantenerse viva y la preocupación de que va a engordar’. C.Northrup.
Lo más relevante para mi de todo lo anterior, es que el día a día con la comida, con las emociones y con la gente ha hecho que se fuera creando una especie de vínculo, por llamarlo de alguna manera, donde siempre encontraba relación entre la madre y el cereal y el padre con la proteína animal. Coincidencias, casualidades (no creo en ellas) que me confirmaban a diario estas dos ‘parejas’ que se iban afianzando y corroborando con el tiempo. Todo empezó como un simple juego de curiosidades y con los años ya lo tomo como algo importante de la terapia nutricional.
‘Es una lástima que una satisfacción tan primordial como la comida se haya convertido en una de nuestras ansiedades más obsesivas’. C.Northrup.
Veamos a dónde me han llevado todas estas experiencias:
- Las ganas de mami, de cariño, de amor pueden ser resueltas de buena manera, de manera sana y equilibrada con el cereal integral en grano ya que te deja saciado, tranquilo y con un nivel de glucosa equilibrado relajándote y desapareciendo la ansiedad. Ya he comentado en muchos artículos que una manera desequilibrada de saciar esa ansia maternal sería a través del azúcar blanco añadido en miles de productos industriales que desbarajustan más nuestro estado emocional y, de rebote, el físico.
‘La madre es nuestro primer amor al que hay que renunciar para diferenciarnos de ella, pero es ella la que organiza el mundo emocional del niño y le transmite la posibilidad de que se relacione con los alimentos con mayor o menor conflicto.
Si la madre interpreta todas las demandas del niño en un registro que sólo guarda relación con la comida, utilizará ésta como si fuera el único analgésico para todas la inquietudes de la vida y provocará una dependencia excesiva de la alimentación. La comida se convertirá en un ansiolítico ante cualquier frustración. Lo que se provoca de este modo es una cierta intolerancia a la frustración y la ilusión de que algo que pertenece al plano emocional puede calmarse con alimento material’. Isabel Menéndez.
- En cambio, muchas mujeres que ansian ese azúcar rápido para saciar esa falta de amor desaparece no a través del cereal sino al añadir proteína animal ya que les aporta seguridad, confianza en si mismas y cierta independencia emocional desapareciendo las ganas de dulce extremo.
- Algunas personas que empiezan la Nutrición Pura tienen miedo a excederse con el cereal y se ponen menos cantidad de la que suelo recomendar y esta auto-restricción suele ser por dos causas: Una, por la creencia de que el cereal engorda (el blanco y refinado claro que si); y dos, porque la relación con la madre suele ser desavenida, alejada o estricta. Al no poner las cantidades correctas (ya sea por la razón que sea) aparecen las ganas de dulce extremo. Una vez consigo que vuelva la confianza en las virtudes del cereal integral, éste vuelve a formar parte del plato haciendo que esas ganas de dulce sean innecesarias y, lo mejor de todo, que no sean deseadas.
Por tanto, el cereal sería como la parte femenina, el que nos da la energía para que nuestro cuerpo y órganos funcionen y se desarrollen, el que nos nutre, nos sustenta y nos reconforta. Para mi sería la madre, la mamma.
La persona que no toma la cantidad suficiente de proteína o aquella que no toma absolutamente nada, no suele tener relación con su padre y si la tiene no es muy avenida. No tengo nada en contra de los vegetarianos y no es mi intención entrar en polémica, simplemente es una de mis suposiciones: Tal vez algunos vegetarianos deberían hacer las paces con su padre o con alguna autoridad, Sería interesante hacer un estudio al respecto.
Relaciono la proteína animal con nuestra parte masculina, es la que ayuda a nuestra masa muscular y a que nuestra estructura se desarrolle correctamente, es la que nos posiciona, la que nos endereza y nos da fuerza y arranque.
La gente que toma proteína en exceso suele tener mucho temperamento, gran personalidad y rigidez (mental y física) pero en el fondo lo que encontramos es miedo, un miedo a la soledad, a no ser capaz o a no estar capacitado… El padre no ha correspondido, no ha valorado al hijo así que él, a su manera, tiene que llamar la atención para autoconfirmar su validez, su importancia en el mundo. También he tenido casos de padre autoritario y madre hiper-protectora donde el hijo, ya adulto, se atiborra a dulces después de tomar la proteína animal.
Espero que estéis leyendo y entendiendo desde una perspectiva alejada de la realidad teórica-lógica.
‘La influencia del padre es decisiva en nuestra historia emocional. Proporciona un alimento afectivo que asegura nuestra manera de estar en el mundo. La carencia de ese alimento provoca, por el contrario, una precariedad que marcará a los hijos.
Las palabras que el padre dirige a su hija y los comentarios respecto a su cuerpo y su aspecto físico tienen un peso importante en cómo se vea la hija’. Isabel Menéndez.
- Cuando la relación con ambos miembros de la familia es sana suelen haber buenas combinaciones de cereal y proteína; no hay ansiedad; no hay deseos de dulce extremo ni tampoco existe la inapetencia; y, además, los problemas no se ‘solucionan’ con la comida.
‘Hay que tener en cuenta que no depende sólo de la madre que sus hijos mantengan una buena relación con la comida sino que también es fruto del vínculo que tenga con el padre’. Isabel Menéndez. - Si la relación con nuestra pareja no es buena o hemos tenido un ‘encontronazo’ nos puede desestabilizar mucho llevándonos tanto a comer en exceso como a ayunar. La mujeres, en particular, vamos directamente a por el chocolate (ya todos conocemos su composición) agrandando nuestras caderas y engordando nuestro arquetipo de víctima en un mar de lágrimas: ‘¡Ay pobrecita de mi!’
- A muchos les encanta tomar un vaso de leche (proteína-azúcar) con galletas (azúcar) antes de dormir o un vaso de leche con cacao instantáneo y eso es falta de mamá y papá, falta de mimos, sentimiento de no ser querido.
Cuando la relación con ambos progenitores no es sana se suele caer en el caos alimentario donde predomina una alimentación rica en azúcares industriales y mucha proteína animal (incluyendo lácteos y derivados) y un desmadre total (nunca mejor dicho) de comidas. - Personal y profesionalmente considero muy importante la presentación del plato y no me refiero a la decoración curinaria. Aunque la base de la alimentación que recomiendo suele ser similar para todos, se observan diferencias en todos y cada uno de los platos de mis clientes. Una foto de una comida me dice mucho, me habla y me comunica cómo se encuentra la persona en concreto que la ha cocinado, me desvela su personalidad y más si hacemos un seguimiento de 3 meses. Y cuando no cocina el ‘protagonista’ en cuestión lo noto enseguida. Puede parecer de locos lo que cuento pero mis clientes pueden dar fe de ello. Son muchos años viendo muchas imágenes de comidas y me imagino que ha hecho que desarrolle un poco más esa intuición nutritiva y emotiva que todos llevamos dentro.
- ¿Y con quién relacionaría la grasa saturada? Pues supongo que con ambas partes, materna y paterna, ya que nos reconforta, nos da seguridad y nos ‘protege’ (michelines) pero si continúa en el tiempo nos desconecta con el exterior, nos sentimos bichos raros, inadaptados e incapacitados. Seamos sinceros ¿a quién no le atrae el olor de unos huevos fritos o a unas patatas fritas?
‘Cuando ponemos en conexión el cuerpo con lo emocional, los conflictos con la comida desaparecen y nos podemos hacer cargo de otros aspectos de nuestra subjetividad. Podemos comenzar a dirigir nuestra vida y a disfrutar de nuestro cuerpo porque ahora su cuidado ya no es una carga’. Isabel Menéndez.
Tal vez uno de mis artículos más ‘sinsentido’ que he escrito pero quería compartir cómo relaciono algo tan esencial y vital como es la comida con algo tan nutritivo como son nuestras emociones. En realidad fue Markos Liviano (gracias Markos), seguidor de la Nutrición Pura, quien me animó a hablar del tema.
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
www.yoisasi.com
Me ha encantado tu blog y sobre todo este artículo es maravilloso, muy explicativo e informativo, hace ya un par de años que llevo escuchando algunas de las palabras de mi maestra, escuchaba frases como »si tiene problemas con la comida son problemas con la madre» o »el abandono de una madre es más terrible que el del padre» o »hay que revisar nuestro árbol genealógico, completarlo, y ver que enfermedades se nos manifiestan por problemas de antecesores» y al principio no lo entendía muy bien pero he aprendido y crecido muchísimo desde entonces y cada día exploro más la causa de mi relación problemática con la comida y las emociones, hoy este artículo me ha abierto muchos los ojos. He visto muchas personas que se dicen de expertas en el tema de la alimentación pero de nada sirven un montón de datos, información y estadísticas si no desarrollan una parte más espiritual y emocional, de nada sirve ser el mas inteligente del mundo si se evidencia que no eres feliz, que no estás bien, y eso se percibe muy bien aunque no lo crean así que a mi no me engañan mostrando títulos y doctorados, si tu no eres saludable y no estás en forma pierdes el derecho de decirme que es lo mejor para mi alimentación (que se note mi despecho hacia los »expertos» nutricionistas). Muchas gracias por este artículo, me ha ayudado mucho 🙂
Hola Julieta!! Muchas gracias por tus palabras y gracias por dejar tu experiencia y tu opinión.
Todo está relacionado, no podemos sólo centrarnos en una parte del conjunto.
Un abrazo y espero que sigas disfrutando de la web.
Yo Isasi
Muy buena información y útil.-
Alguna vez pensaba y aùn ; si la a alimentación influìa en el accionar del humano.-
No solo sus emociones, sus actos , forma de convivencia con el resto de la sociedad.-
Quizàs estè equivocado.-
También la gente le teme a lo desconocido, es parte de la ignorancia y el no querer investigar y reconocer que a las industrias alimenticias y farmacéuticas les interesa ganar dinero a costa de la salud–
Hola Victor! Bienvenido a la web y muchas gracias por tu comentario!
Un abrazo.
Yo Isasi
Estoy cansada de que muchos tengamos que escondernos y excusarnos con frases del tipo: «puede que no sea lógico», «puede que no esté demostrado por la ciencia»… Vamos a ver, la intuición es la madre de la ciencia. Muchísimos avances en la historia de la ciencia se los debemos a la intuición de valientes que se atrevieron a ver más allá de sus narices. Hace unos cientos de años la tierra era plana y resultaba absurdo e ilógico pensar que era esférica, por poner un ejemplo entre otros miles. Que no podamos ver algo no quiere decir que sea falso o ilógico. No podemos ver las ondas wi-fi, y sabemos que existen. Como decía Julio Verne, la magia es la ciencia que nos queda por descubrir.
Olé Esther!!!
Un abrazo grande!!
hola Isasi ha sido una bendición encontrar este blog. Me gusta leerte y encontrar que en mi camino de búsqueda hay mucha más gente que lo esta recorriendo y que va muy por delante de mi y que me tienden su mano como estás haciendo tu. Veo en tus referencias bibliográficas los mismos autores que he leído (De Isabel Menéndez, que citas en el artículo anterior, yo he leído «equilibrio emocional»)buscando,buscando…siempre buscando. Valoro tu trabajo de búsqueda, recopilación, verificación, interiorización…porque sé que ha sido inmenso y este blog te define como una persona generosa y además organizada y trabajadora con una experiencia y una riqueza vital envidiables. Leyendo los comentarios anteriores veo que en tu respuesta a Myriam haces referencia a una terapeuta de tu confianza y como me siento tan cercana a todo lo que expresas, creo que esa persona sería ideal para alguien muy querido para mi que esta metido en su agujero y no siempre se deja ayudar.Me gustaría si es posible que me dieses su dirección para poder contactar con ella. yo por mi parte voy a intentar contactar contigo de una forma más personal para profundizar y reorganizar mi búsqueda. Muchas gracias y un abrazo
Hola Esperanza!! Qué bonito comentario!! Se agradece y me encanta que la web refleje tan claramente ese esfuerzo y dedicación.
Te escribo a este mail y te paso datos de mi terapeuta.
Mil gracias por tus palabras!!
Un abrazo!
gracias!
Interesantísimo: da mucho que pensar.
Hola Miku! Gracias!! Espero que te sirva de ayuda.
Un abrazo
Yo Isasi
Hola, que bueno que encontre tu blog y tus aportes, que felicidad encontrar personas como tu, que se preocupan y escriben y no se guardan todos sus conocimientos. Gracias por todo tu tiempo para ayudarnos. Me identifico mucho con tu articulo sobre las emociones y la comida, en mi caso tuve una madre que se que me adoraba, pero nunca fue muy cariñosa conmigo, siempre quise tener una madre que me acariciara, que me dijera que linda estaba que se preocupara por mi ropa,que me cosiera mi ropa rota, y cosas asi, por el contrario siempre me criticaba y me sacaba los defectos. Yo se que me amaba, eso lo tengo claro, pero era una madre fria y yo anhelaba que fuese diferente. En cambio tuve un padre que siempre era conmigo lo contrario de mi madre, siempre me defendia y estaba pendiente de complacerme.Cuando creci, mi vida entera se basaba en darle a mi madre de todo para que se sintiese orgullosa de mi, y a mi padre casi ni le prestaba atencion. conclusion: una vida echa un desastre a nivel fisico y siquico, la comida ha sido como mi refugio y hoy con 47 años y 1.55 de estatura peso 95 kilos y no veo el camino para salir de este hoyo, no tengo hijos porque no quise nunca equivocarme y crear un ser humano como yo. Es increible como cosas tan aparentemente simples puede acabar con una vida.Me siento tan frustrada que por eso llege a tu blog, de tanto buscar la explicacion a mi deseo de dulces harinas y lacteos. Bueno espero no haber incomodado con mis problemas y me gustaria saber si hay alguna forma que me puedan ayudar,a donde me puedo dirigir ya que me encuentro fuera de españa pero con deseos de salir de este hueco.Gracias por su ayuda.
Hola Pia! Gracias por compartir tu experiencia. Lo importante es ser consciente de ello y ponerese manos a la obra. Nunca es tarde y te queda toda una vida por delante para comenzar a vivir y dejar tu pasado donde tiene que estar: en el pasado.
Puedes entrar en Consulta Personalizada y Sobre Mi para conocer quién soy y mi manera de trabajar.
Un abrazo!
Yo Isasi
Qué fuerte! qué interesante! no sé si con sentido o sin él pero yo también puedo corroborarlo. En mis platos abunda el cereal y la proteína la mayoría de las veces escasea (mi padre ausente, estricto…). Ahora intento que no escasee tanto porque me estoy cuidando jeje
Y lo último que me tomo en la noche es ¡leche con galletas!
un artículo muy interesante! Muchas gracias Yo!!
Un abrazo!
Hola Ana! Me alegro de que te hayas sentido identificada!Parece que este post día a día va tomando más sentido jejejee
Un abrazo muy grande y gracias por compartir tu experiencia.
Hola Yo,
Empecé este camino hace un tiempo, con unos resultados alucinantes. Al principio fué un cambió bestial, ahora va mas despacito, a veces se estanca, pero voy aprendiendo, leyendo aquí y alla, y es un viaje alucinante.
Es verdad todo lo que dices de la relación con la madre y el padre.
Tengo una niña de 19 meses, y su primer año de vida ha sido una revolución interior para mi. Todas esas cosas de la infancia que creia superadas volvieron, ahora poco a poco todo vuelve a estar mas tranquilo.
Tuve un padre severo, rígido y una madre que no me dio todos los mimos que necesite, lo que me llevó a ser hiperresponsable y ha culpabilizarme de todo lo que no salia bien, todo tenia que salir perfecto y si no era así era por culpa mia.
Al ser madre, he querido ser una madre perfecta, y cada vez que hacia algo «mal» me atormentaba la culpabilidad y pensaba en los traumas que le voy a crear yo a mi hija como mi madre me los creo a mi…Vaya, un rollo.
Pero bueno, voy aprendiendo a no ser perfecta.
Un abrazo y gracias por tus palabras y por escucharme. No hay mucha gente con la que pueda hablar de esto, y nadie entiende que me pase horas cociendo cereales pudiendo tomar galletas. Jeje!!
Hola Itxaso!! Pues me encanta que hayas abierto tu parcela para contarnos un poco sobre tu experiencia pasada y actual.
No seamos perfectas, seamos nosotras mismas que realmente es así como nos quieren nuestros hijos.
Un abrazo grande y gracias por compartir.
¡Chapó!… El mejor artículo que he leído de esta temática. Isabel Méndez, chapó también. Increíble, no tengo palabras. Te sigo desde hace un tiempo, y me encantaría algun día enviarte un email con mi «historial», quizás te sirva para confirmar mucho más tus teorías, o quizás te sirva para escribir otro artículo. Gracias de todo corazón.
Hola Arlet!!Qué ilusión recibir este comentario!!! Me alegro de que te haya gustado!
Mil gracias por tus palabras, de verdad!!
Un abrazo grande!
Yo Isasi
Hola Yo!
Parafraseando un conocido dicho, está claro que para gustos hay emociones.
Nunca había relacionado mis gustos y «manías» nutricionales con mis emociones y experiencias vividas, pero después de leerte y del «cambio» está claro que la conexión es evidente.
Me gustan estos sinsentidos que tienen más sentido que algunos hechos científicamente probados.
Besos!
Muchas gracias Mari Luz!!! Me alegro tenerte todavía por estos parajes!!!
Me alegro mucho de que mis sinsentidos te hayan hecho reflexionar.
Un abrazo muy grande!!!
Perdona, se me olvidó comentar que mi primera depresión profunda fue con 6 años, y hasta los 12 o 13 mis pensamientos giraban en torno a métodos de suicidio. Con esa edad, en vez de estar jugando como una niña normal yo pensaba en morirme. Siempre me he sentido muy sola y me sigo sintiendo así, sólo que cuando eres mayor puedes buscar ayuda, pero cuando eres pequeña es un verdadero infierno y nadie te comprende.
Hola Miryam!! Gracias por haber abierto tu corazón y haber expresado libremente tu historia. Creo que con este gesto ya has dado un gran paso aunque tú no lo sientas así.
Si necesitas a una buena guía yo te podría recomendar a la que considero una gran terapeuta. A mi me ha ayudado mucho y a muchos de mis clientes.
Mándame privado si estuvieras interesada.
Un abrazo grande y gracias de nuevo por compartir.
Hola Yo. Llevo 18 años con problemas alimentarios, empecé con anorexia, luego bulimia, anorexia, bulimia… y así hasta ahora, que no estoy rehabilitada pero me he dado cuenta de que odio mi cuerpo, no me quiero y trato continuamente de hacerme daño. Ahora me queda trabajar con ello y buscar a alguien que me ayude pues 18 años de psicólogos no me han ayudado. Lo mas importante ha sido darme cuenta de lo que me pasaba. Gracias como siempre por tus palabras, siempre son una gran ayuda
Hola , me ha encantado tu artículo. Estuve buscando el libro de Isabel Menéndez que mencionas y está descatalogado. Sabes alguna forma de encontrarlo?
Muchas gracias por tu artículo .
Un saludo
Hola Carmen! Te he mandado un email privado.
Un abrazo y gracias por tus palabras!
Hola Yo
Acabo de leer el articulo y me parece bestial!Primero me gustaria decir que no es un «sinsentido»,pues la relacion con la comida si algo es ,aparte de para permanecer vivos pues necesitamos comer,es emocional.
Yo por mi parte asi lo veo.He tenido grandes cambios de peso en mi vida y un dia reflexionando sobre ello con mi hermana,descubrimos que en aquellas epocas en las que mas feliz estaba estuve delgada y me alimentaba mejor y en las que tenia 10 kilos mas de lo normal me pasaban miles de cosas,miles de cosas emocionales.
Tambien doy fe del poder calmante de los cereales!yo que me estreso y me pongo ansiosa encontre una calma que hacia tiempo no sentia tras empezar con la nutricion macrobiotiva,estoy segura que el poner cereales en mi dieta ayudo.Aunque en general el tener una dieta equilibrada y llena de productos naturales hace que estes mas claro dandote fuerza para sentir las emociones mas claramente y sin bloqueos,con mas claridad.Que bastante dificil suele ser no?
Yo apoyo completamente la «teoria» de que la comida es emocional.Solo hay que pararse un momento y observar…yo lo hago mucho y alucino!aprendo mucho.
Gracias una vez mas por tus articulos!
Un besazo!!
Hola Amaia! Muchas gracias por tu comentario y por dar sentido al ‘sinsentido’ artículo, jejejee.
Un abrazo muy grande y sigamos cuidándonos!!
Gracias Yo Isassi. Estas grandes reflexiones tuyas nos haces crecer!!!
Gracias Lisa!! Así da gusto escribir y trabajar!
Un abrazo!!